ÚLTIMO DÍA

Último día.
Anoche mientras estábamos en la salita del hotel, Nela se enteró de que ¡Oliver no encontraba su cartera! en la que tenía su DNI, lo que significaba que no podría viajar al día siguiente. Pusimos patas arriba la sala, la habitación, deshicieron las maletas que ya estaban hechas, y nada. Como había estado jugando al fútbol en la playa, fuimos allí a buscar la cartera negra durante la noche, sólo con las luces de los móviles, Obviamente no encontramos la cartera. Como amanece a las cuatro de la madrugada, Oliver se levantó y siguió buscándola fuera al igual que Norman, un señor muy peculiar que trabaja de vigilante en el hotel. Cuando ya nos estábamos preparando para ir a la policía y posteriormente a la embajada, un ruido estrepitoso de saltos por la escalera de madera anunció que algo había ocurrido: APARECIÓ LA CARTERA EN... LA HABITACIÓN.
Uff, pudimos desayunar temprano y nos fuimos a visitar un pueblo costero medieval, Raid. Recorrimos durante una hora y media sus calles empedradas, visitamos la fortaleza defensiva y degustamos los dulces típicos ingleses: los scones. Después de reponer fuerzas regresamos a Folkstone para cambiar de chófer de la guagua y dirigirnos al aeropuerto, donde algunos inconvenientes hicieron que tuviésemos que correr para coger el vuelo que salió con una puntualidad inglesa. Los alumnos no pudieron comer y en el avión les dimos cinco libras para que comiesen algo. Qué decir que los sandwichs se agotaron y cuando llegaron a la mitad del avión, los que estábamos allí tuvimos que conformarnos con unos snacks. Al llegar al sur nos recogió una guagua que nos llevó al Hotel San Antonio en el Puerto de la Cruz porque ya era imposible volar hacia La Palma. El hotel es de cuatro estrellas y los chicos "alucinaron en colores". Cenamos y aunque algunos prometieron que allí no iba a dormir nadie y que iban a empatar, frase preferida de Elyoenai durante todo el viaje, sucumbieron al silencio del hotel y durmieron. A la mañana siguiente una guagua nos llevó a Los Rodeos y nos enteramos que el vuelo estaba retrasado porque había niebla. Sin embargo a las 13.00 h. aproximadamente, salimos para La Palma y, por fin, llegamos, se encontraron con sus familiares y nos despedimos hasta septiembre.
Nos lo hemos pasado muy bien, todos se han comportado bien, nos hemos reído mucho y han conocido lugares inolvidables.
Algunos me han dicho que tenemos que hacer un viaje... a ¡Gran Canaria! ¿por qué será?
Hasta siempre.